La tecnología aporta a la enseñanza de lenguas extranjeras una infinidad de beneficios que anteriormente eran impensables.
A medida que han ido avanzando las sociedades lo han hecho las tecnologías. Tanto es así que en la mayoría de ocasiones es difícil imaginarnos nuestro día a día sin ellas. La aparición de estas también ha contribuido a un cambio en la forma de aprender y de enseñar. Cada vez es mayor la presencia de estas en las aulas y la necesidad de los profesores de formarse para su poder llevar a la realidad del aula las mismas.
Aunque las tecnologías están presentes en todos los ámbitos educativos, es interesante su utilización en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Las más evidente es la posibilidad de aprender vocabulario y expresiones en un solo click, evitándonos el tedioso proceso de la búsqueda de significados en el diccionario. El acceso a internet permite también tener a nuestra disposición una cantidad de input y materiales reales innumerable, a los que pueden acceder el alumnado fácilmente. La gran variedad de materiales existentes permiten al profesorado adaptar de una manera mucho menos limitada el aprendizaje a los intereses del alumnado, haciendo el proceso más personalizable. Además de todo esto, para la mayoría de los públicos, el uso de las tecnologías es algo altamente motivante que hace que el alumnado se implique aún más en el aprendizaje, ya que ofrece una cantidad de opciones muy variadas que permiten variar la metodología e innovar.
Por lo tanto, considero que las tecnologías son beneficiosas para el aprendizaje de las lenguas, permitiendo al alumnado acceder a meteriales de buena calidad, adaptados a sus intereses y fomentando el la motivación por aprender dicha lengua.
Comentarios
Publicar un comentario